lunes, 4 de diciembre de 2023

 La obra personal del Escultor Marco Augusto Dueñas en Estepona (Málaga)


Inauguración Equilibrio obra del escultor Marco Augusto Dueñas junto al Alcalde de Estepona, José María García. Mirador El Carmen.

El alcalde de Estepona, José María García Urbano, ha inaugurado este sábado día 2 de diciembre del 2023, la obra Equilibrio del escultor cordobés Marco Augusto Dueñas Cepas (Córdoba, 1971), en el entorno del Centro Sociocultural El Carmen frente al mar.


Equilibrio, detalle.

Esta obra pertenece a la colección personal del escultor. Durante toda su vida ha realizado innumerables obras escultóricas por todo el mundo, destacando tres obras en la Basílica de San Pedro El Vaticano en Roma, catorce esculturas en Catedral La Almudena en Madrid, esculturas en Miami, Libano, Medio Oriente, siendo siempre encargos.

El escultor cordobés nos comenta "He tenido necesidad de realizar mi propia obra, creando Equilibrio, donde materializo el aire y el hombre en la unión con la naturaleza".


Equilibrio en el Mirador El Carmen, Estepona.

Estepona suma esta obra "Equilibrio" a su patrimonio artístico al aire libre en el paseo del entorno al Centro SocioCultural Mirador El Carmen. Está elaborada en bronce frío, es un material muy innovador, según ha explicado en la inauguración el artista.

El escultor Marco Augusto Dueñas ha declarado "que cualquier obra suya que la gente lo aprecie y la tome como suya, para mí es siempre un orgullo".


Escultor junto al Alcade de Estepona, José María García.

Esta obra ha estado expuesta en las ciudades italianas de Siena y Pietrasanta, y ahora se integra en el patrimonio artístico de Estepona.

La Ruta de las Esculturas de Estepona se amplía con una nueva obra en los jardines del Mirador El Carmen.

Biografía

Marco Augusto Dueñas, nacido en Córdoba (España), es un escultor de mármol de renombre mundial reconocido por su versatilidad artística única para crear obras de arte icónicas y atemporales.

Dueñas es el único escultor vivo que tiene sus obras junto a las de Miguel Ángel Buonarroti en la iglesia de la Basílica de San Pedro del Vaticano, y es el artista más joven en crear tres estatuas de mármol: La primera de ellas fue una representación de Santa Raffaella Maria, fundadora de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, de 5,40 metros de altura en 2010, mientras que la segunda llegó un año más tarde, una estatua de seis metros de altura del fundador de la Iglesia Maronita Libanesa, San Marón. Ambas imágenes fueron bendecidas por el Papa Benedicto XVI. La tercera obra, realizada con motivo del centenario del nacimiento de Karol Jozef Wojtyla, tratándose en un relieve en mármol de carrara en un diámetro de 80 cm, que fue bendecido por el cardenal Konrad Krajewski que representa a San Juan Pablo II.

Dueñas esculpe piezas que simpatizan con la historia de su oficio y que también hablan a la mente contemporánea. Sus obras encargadas residen en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, desde aspirantes a coleccionistas, catedrales y monarquías, en Estados Unidos, Líbano, México, Argentina, Japón, Reino Unido y muchos más países.

domingo, 3 de diciembre de 2023

 Inaugurada la exposición de

CAROLINA SANCHEZ DE PUERTA



Desde el 1 de diciembre estara abierta al público la exposición de Carolina en la galería del Bulevar en la calle Boulevard Hernán Ruiz número tres. Un conjunto de 13 cuadros a oleo componen esta esperada muestra con un estilo muy personal.
La artista cordobesa Carolina Sánchez de Puerta expuso en la Galería Studio 52 su primera muestra individual. Esta se componía de 17 óleos de creación reciente, excepto el cuadro Puente Romano , de 2002, que ha participado en los Premios Fivars 2007. Carolina Sánchez de Puerta, fue presentada en su primera muestra por su maestro y padre, Juan Cantabrana.


Tras 9 años de estancia en Valencia, Carolina Sánchez de Puerta lleva viviendo algunos años en su Córdoba natal, ciudad de la que retrata paisajes al natural. Es en Córdoba donde, según indicó Jesús Jiménez, dueño de la Galería Studio 52, "la artista empieza a alcanzar su madurez". Por su parte, Carolina Sánchez de Puerta piensa que, su obra, "es una búsqueda constante de la luz y el color, y del contrate de las sombras". Además piensa, que al pintar en la calle y al natural, en su visible estilo impresionista, "se distinguen mejor las zonas de sol, la gama de iris calientes con zonas de sombras también calientes".


Carolina se siente orgullosa de haber tenido un maestro desde pequeña, se refiere su padre Juan Cantabrana , que desde muy pequeña la enseñó a jugar con las pinturas y pinceles en sus sus primera enseñanzas hasta que aterrizó en Valencia donde aprendió y perfeccionó la técnica de los pintores valencianos. En este sentido se refería en su exposición al estilo impresionista basado en Monet y Sorolla , principalmente, que fueron su auténtica guía.


Su pintura se caracteriza por materializada al natural allí, en el mismo ambiente donde se desarrolla el cuadro, comparando el paisaje con lo que pinta. Caballete a cuestas, anda por la historia de la calle y los paisajes de Córdoba, provincia y Andalucía, planeando su obra en el lienzo de una forma muy particular . Va a la playa a pintar un paisaje marino con sombrilla, caballete y el resto de los aperos para poder pintar y decía que “ Es muy fácil que todo es querer y luego poder no es igual pintar al natural como de una fotografía en algunos casos, como trabajan algunos pintores. Yo quiero comparar lo que veo con lo que pinto, al natural..”


A la pregunta de que por qué en sus cuadros no se ve el color negro, no refería que el negro existe para ella por sus cuadros, son todo luz.


Carolina se siente orgullosa de hacer con su nieta, lo que su padre hizo con ella, enseñarla a pelearse con los trastes de matar o pinceles y acuarela. Todas las tardes se sienta con una chica de apenas cuatro años, “le enseño a luchar a mezclar, hablarle, a comprender como mezclando los colores, y llevándolos, a un papel se consigue un resultado deseado. Son momentos que disfruto y me recuerda mi niñez”



Le preguntaba que si se sentía en condiciones de poder corregir alguna cosa a los cuadros de su padre, y me contestó que no. Juan Cantabrana es un nivel muy superior yo todavía estoy aprendiendo me queda mucho que la mar y a mi padre no lo podré corregir nunca. Juan Cantabrana es un genio”, finalizaba.


A la pregunta de si la próxima exposición estaría en una sala de primera de segundo de tercera, no contestaba “ me da igual me sale de segunda de tercera o de primera yo no tengo miedo a nada. Todo vendrá en su momento. Yo estoy preparada para todo”


Finalizaba, agradeciendo a Alfonso, propietario del bar, la galería, la buena disposición que ha tenido con su obra en un lugar no grande, quizá reducido, pero adecuado y suficiente para exponer esta parte de su obra a todos los visitantes cordobeses”


Gracias Carolina, por tu obra, tu esfuerzo, tu entrega y amor a la pintura.

Por: Antonio Cañadillas







sábado, 2 de diciembre de 2023

  TERTULIA PLAZA DE           SAN NICOLAS


Hoy nos hemos reunido entorno a la Escuela De Artes Aplicadas y Oficios Artísticos Mateo Inurria porque en la sala de exposiciones de esta escuela ha expuesto nuestra compañera de Tertulia y amiga Rita
En su catálogo de la pintora, RITA RUTKOWSKI
Juana Castro dice que “Forma ya parte del paisaje y de nuestras vivencias. Córdoba no estaría completa sin ella, que vino desde Nueva York pasando por Italia, con sangre polaca y ojos que se abrieron en las luces de Londres.


No podemos renunciar a Rita. Desde que llegó, en los años 50, su mirada nos acompaña y nos ha enriquecido. Córdoba es menos provinciana gracias a ella. Como si nos hubiera hecho recorrer más deprisa el espacio, además de los tiempos, para decirnos en sus telas y en sus tablas que el mundo es múltiple y la visión diversa. Que todo está todavía por decir.


No fue fácil esta Córdoba nuestra que eligió para quedarse. Llegó ya con figura y vocación de artista, y ahora lo sabemos, después de su trayectoria, que es una clásica contemporánea. “¿Te vas a pasar toda la vida leyendo cuentos de hadas?”, le dijo su padre cuando tenía doce años. Y entonces se plantó en la biblioteca, y de un trago se leyó a Dostoyevski. Luego, todo Kafka.
A Rita la conocimos en los años 70, y el tiempo nos la ha hecho cercana y entrañable. Adelantada a la experimentación, participante en la actividad social más vanguardista y testigo de todas las apuestas. ”


Miguel Clementson Lope, Director EASD Mateo Inurria, de Córdoba opina que la artista neoyorquina Rita Rutkowski expone a título individual sus trabajos en la Sala Mateo Inurria, “un espacio plástico que ha sido desde siempre especialmente grato a esta creadora, pues en él ha podido dar despliegue en absoluta libertad a sus particulares posicionamientos programáticos, al tiempo que ha podido difundir entre los jóvenes artistas —aún en gestación— los fundamentos ideológicos y estéticos que en cada caso han dado nuclear sentido a todas y cada una de sus siempre admirables y vivificantes composiciones.
Nacida en Londres, de padres polacos que en 1933 —contando Rita con apenas un año de edad— emigraron a Nueva York, metrópoli donde dará desarrollo a su formación artística, que se secuenciaría con reconocido aprovechamiento por su parte en el Liceo Washington Irving y en la Cooper Union, institución que aplicaba los métodos y conceptos desarrollados por la Bauhaus, bebiendo de las fuentes de la generación beat norteamericana y de los artistas más significativos del expresionismo abstracto que, junto a Francis Bacon, ejercieron una clara influencia en su pintura. Trasladada más adelante a Córdoba, donde se asentó con apenas veintisiete años y ha transcurrido la mayor parte de su biografía, sus recursos y referencias creacionales han permanecido no obstante poderosamente estigmatizados por la presencia vivífica de la ciudad de los rascacielos, donde había gestado los precisos apoyos teoréticos y dado desarrollo a las necesarias experiencias formativas durante su infancia y juventud, de suerte que quedaron ya allí definidos los cimientos de su concepto estético, a cuya fuente exuberante acude periódicamente para armonizar tanto la esencialidad cromática de sus composiciones como el conciso y minucioso andamiaje estructural de la mayoría de sus trabajos.
La obra de Rita Rutkowski se fundamenta siempre en premisas constitutivas esenciales: con un leve y referencial asiento figurativo dialoga con el espectador a través de la forma en su pureza más extrema; seguidamente, sumerge estas estructuras en una atmósfera genuina, tan personal y exquisita que sólo cabe rendir cabal asombro y justa pleitesía ante el poder enigmático y persuasivo de sus delicadas tonalidades.


Lo que realmente preocupa a Rita es plasmar lo que ha de constituir la auténtica esencia de la obra final, lo que hay de intangible en cada una de estas improntas aprehendidas: la recreación de la atmósfera, la plena representación del aire o de un soplo de viento, la cadencia de los sonidos, el olor que satura ese espacio… toda una síntesis de valoraciones sensitivas que impactan y penetran en el espectador a través de su retina, y lo documentan acerca de las capacidades valorativas, cognoscitivas y espirituales de la artista.
La práctica de la pintura ha supuesto para Rita una auténtica panorámica existencial rigurosamente biográfica, que nos documenta puntualmente acerca de una progresión estética gestada como síntesis objetivadas de vivencias creativas, manifiestas desde un impulso generador de carácter evolutivo. En otros casos, el afán de búsqueda es quien dirige el pulso compositivo de las obras.



El proceso en sí se constituye en guía y en fin, y es la propia pintura la que marca la pauta a seguir, de manera que, a veces, una línea o una simple mancha es la que sugiere el camino por el que adentrarse en la búsqueda de nuevos campos de expresión. La artista se introduce en una senda por la que nunca ha deambulado y encuentra un mundo fascinante, ajeno a sí mismo, extraño en este caso a sus propios acontecimientos vitales”.
Finaliza Miguel Carlos en su espacio dedicado a Rita que, “opina que lo importante en el arte son las ideas y mientras haya ideas en su cabeza éstas irán tomando forma sobre el soporte pictórico, de tal manera que una obra conduce a otra obra, y ésta a otra, como una concatenación de pensamientos —a train ofthoughts—. Es la obra quien decide cuándo ha de ponerse fin a una línea argumental, siendo ésta la que empuja hacia adelante a la artista. Al margen de este vórtice succionador que determina un puntual programa sobre su dinámica de trabajo, paseando por la calle o incluso durmiendo eclosionan flashes de ideas de manera constante.
En pintura, más si cabe que en la propia vida, lo que realmente apasiona son los medios; el fin, en rigor, casi no debería importar al artista, porque es el momento en que el cuadro se escapa de su dominio, pasando entonces a constituirse en objeto susceptible de ser visualizado y valorado por los demás, por la sociedad expectante”.
Y es que Rita como la mayoría de los buenos pintores abstractos conjugan el pincel, la pintura y la poesía en un solo sentido, la vida.
Hoy estuve intentando recoger la manifestaciones de ella sobre cada cuadro, para intentar publicar un artículo de la exposición en la revista Tertulia próxima salir y veo una gran dificultad. Tantas cosas ha manifestado, ha dicho, ha comentado y ha suspirado al ver y explicar su obra que no sé si habría espacio suficiente para transcribir todas sus respuestas. Lo intentaremos.
De todas maneras, les recomiendo acudir a la Escuela Mateo Inurria en plaza de la Trinidad para contemplar esta exposición sencilla, moderna y profunda. Y llena de poesía.

Por: Antnio Cañadillas

viernes, 1 de diciembre de 2023

 

Mateo Inurria



Mateo Inurria Lainosa (Córdoba, 24 de marzo de 1867-Madrid, 21 de febrero de 1924) fue un escultor español.​

Biografía

Nace en Córdoba, ciudad en la que se educa y desarrolla gran parte de su actividad como escultor, profesor, restaurador y decorador. Hasta 1883 asiste a los cursos de la Escuela Provincial de Bellas Artes, donde también recibieron formación artística notables creadores durante el último cuarto del siglo xixLorenzo Coullaut ValeraRafael García Guijo, y los hermanos Romero de Torres, Rafael y Julio. Entre 1883 y 1885 cursa estudios en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid. Debido a sus progresos en el aprendizaje académico, la Diputación Provincial de Córdoba le concede una pensión para continuar sus estudios en Madrid hasta 1890, año en que Inurria presenta en la Exposición Nacional de Bellas Artes su obra «Un náufrago», de tal verismo que la mala fe de algunos miembros del jurado lo tachan de vaciado del natural.

Estudio

Entre 1891 y 1901, Inurria vive inmerso en un ambiente provinciano, poco abierto a la crítica y al público, e inicia su labor como restaurador y profesor. Su escultura supera las restricciones del academicismo y tiende hacia un naturalismo sobrio, de expresión sencilla y carente de detalles anecdóticos, en el que ya se advierte la tendencia a idealizar sus modelos que impregnará su obra de madurez. Inurria se considera a sí mismo un autodidacto, llegando a afirmar: «No he tenido maestro, me he hecho solo». Trabaja la escultura religiosa y conmemorativa, y durante toda su carrera, en Córdoba y en Madrid, recibe abundantes encargos monumentales para homenajear a celebridades de la vida local y nacional, que no siempre llegan a erigirse. También, en esta época, vivió temporalmente en Roma donde coincidió con otros artistas de su generación como el también cordobés Rafael Romero de Torres y con el artista burgalés Marceliano Santa María.

Ensueño (1922, R.A.B.A.S.F.Madrid), obra de madurez de Inurria.

Su vocación docente tiene para él una gran significación. Cree firmemente que mediante la enseñanza se puede contribuir a la mejora del individuo y de la sociedad, económica, industrial y artísticamente. Ejerce como catedrático de Modelado de la Figura y Dibujo del Antiguo en la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Córdoba, y en 1901 es nombrado director de la Escuela Superior de Artes Industriales de Córdoba, con atribuciones para programar los estudios de Platería, Guadamecilería, Herrería, Carpintería, Cantería y Cerámica en escuelas-taller. Realiza alguna obra en la línea de denuncia social que triunfa a finales de siglo, como La mina de carbón, y diseños y decoraciones de influencia modernista para la biblioteca del Círculo de la Amistad, Liceo Artístico y Literario de Córdoba, donde ingresa en 1900.

En 1905 el escultor Rodin llega a España acompañado de su íntimo amigo Ignacio Zuloaga. Inurria tiene la ocasión de conocerle y de ser su cicerone en su visita a Córdoba. Desde esta época, Inurria participa periódicamente en los jurados de la sección de escultura de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid.

Inurria trabajando en su estudio (La Esfera, 1914)

En 1911, Inurria es nombrado profesor de término de Modelado y Vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, iniciando una nueva etapa en la que su dedicación a la escultura es más intensa. El hecho de residir en Madrid le facilita un mayor contacto con el mundo cultural y artístico, así como un mayor reconocimiento de su obra. Se concentra cada vez más en su tema preferido: el desnudo femenino, como materialización de un ideal estético en el que se funden la perfección formal, un naturalismo idealizado y sobrio, la sensualidad y el erotismo. Ejemplos de ello son: «Ídolo eterno», «Deseo», «La parra» y «Forma», estas dos últimas pertenecientes actualmente a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.



Obtiene una Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1920, y dos años después ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fallece en Madrid, en 1924 y es enterrado en el cementerio de la Almudena.​



Exposiciones

  • 1890. Exposición Nacional de Bellas Artes
  • 1895. Exposición Nacional de Bellas Artes
  • 1899. Exposición Nacional de Bellas Artes
  • 1915. Exposición Internacional de Panamá
  • 1919. Exposición Hispano-Francesa, Zaragoza
  • 1920. Exposición Nacional de Bellas Artes

Premios y distinciones

  • 1895. Medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes
  • 1899. Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes
  • 1915. Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Panamá
  • 1919. Diploma de Honor en la Exposición Hispano-Francesa celebrada en Zaragoza
  • 1920. Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes

Obras públicas

Monumento al Gran Capitán (1923, Córdoba).


jueves, 30 de noviembre de 2023

 

Cristóbal de Guadix



Cristóbal de Guadix (Montilla, 1650-1709) fue un escultor y ensamblador español. Es uno de los principales representantes de la arquitectura barroca de retablos de Sevilla y uno de los últimos de la modalidad salomónica en el retablo hacia finales del siglo XVII y principios del XVIII.1

Biografía

Retablos de Cristóbal de Guadix en Sevilla.

Nació en la localidad cordobesa de Montilla en 1650. Se desplazó a Sevilla, donde contrajo matrimonio con María de Vayas en 1673, cuando contaba 22 años, figurando como testigo del enlace el también escultor Bernardo Simón de Pineda.

Sus principales trabajos se realizaron en el área de Sevilla. Las primeras referencias de su obra datan de 1678 y 1679, en los que colaboró en la elaboración de algunas piezas de canastillas y pasos para las hermandades de la Carretería y la Exaltación. En la década de 1680 realiza la sillería del coro para la iglesia parroquial de San Martín de Sevilla (1683), un retablo para la Cofradía de la Santa Cruz de la iglesia de San Juan de La Palma (1686) y el retablo de la capillas de las Nieves, del gremio de zapateros, en San Nicolás (1689).​

A partir de 1690 empiezan las dos décadas de actividad más intensa en las realizará sus obra retablística más destacada, que comienza con el retablo mayor del Convento de Santa María de Jesús (Sevilla), en el que colabora con Pedro Roldán, el escultor más destacado de la época. Del mismo año 1690, también data la contratación del retablo mayor de la iglesia de San Vicente. En 1702, contrató el retablo mayor de la actual iglesia de la Concepción de Castilleja de la Cuesta. También realizó en este periodo los desaparecidos altares mayores de la iglesia del convento de Nuestra Señora del Rosario, en Arahal (1693) y del convento de San Francisco de Lora del Río (1694). Una de sus últimas obras, contratada en 1707, fue el retablo la capilla de la Orden Tercera, que actualmente alberga el Cristo del Calvario, en la iglesia de la Magdalena.​