FOTOS DE ARCHIVOS
FOTOS Y MONTAJE JOSE LUIS CUEVAS
RAFAEL ROSA ALEJANDRE
Nace este gran subalterno
cordobés el 8 de octubre de 1978, en la ciudad de los Califas. Como no podía
ser menos, desde muy joven, siente el “gusanillo” del toro, ingresando en la
Escuela Taurina de Córdoba, en 1994, cuando contaba 16 años de edad. Hizo su
debut en público, en la becerrada homenaje a la mujer cordobesa, en 1996, el 3
de junio. Los novillos fueron de don Manuel López. Compartió cartel con
Francisco Izquierdo “Chamanieto”, Alfonso Aguayo, José Díaz Cortés, Diego Curiel
Sosa y Javier Morales Gavilán. En esta su primera actuación consiguió los
máximos trofeos y por tanto la puerta grande de los Califas. Viste su primer
traje de luces, el 18 de agosto de ese mismo año, en Torremolinos. Su primera
actuación de luces en Córdoba tuvo lugar el 27 de octubre de ese mismo año, en
novillada sin picadores, junto a Juan de Dios Caballero, Raúl Sanz, Antonio
Fernández “Niño de la Merced”, Enrique Reyes “Niño de las Monjas” (luego Reyes
Mendoza) y Antonio Cano. Los novillos fueron de Gabriel Rojas. Le siguieron
actuaciones en Córdoba, Jaén y Oviedo, manteniendo su ilusión de ser figura del
toreo durante los cinco años siguientes, tras los cuales, esa ilusión empieza a
declinar por las dificultades propias de esta difícil profesión. Durante su
estancia por tierras Salmantinas, donde se preparaba toreando en muchos
tentaderos, en las ganaderías de la zona, de donde guarda muy gratos recuerdos,
conoce a la que hoy es madre de sus tres hijos: Sonia Lerma. Sonia, también
tuvo sus ilusiones en el arte de Cúchares, toreó 180 novilladas sin picadores y
7 con picadores. Debutó con caballos en Uterbo (Perú), compartiendo cartel con
Roberto Antolín "El millonario" y Regino Agudo.
En la temporada de 2002, Rafael decide pasar a las filas de hombres
de plata, debutando como tal, en Villanueva de Córdoba, a las órdenes de
Alejandro Castro. Durante las 4 temporadas siguientes, actúa a las órdenes de
casi todos los matadores y novilleros de Córdoba: Alejandro Castro, Reyes
Mendoza, José Luis Torres, José Luis Moreno, Víctor Abad, Israel de Córdoba y
Francisco Solano González “El Montillano”.
También actuó de subalterno con el granadino Alberto Guzmán, y
el murciano Daniel Barrera.
En 2006 pasa a las filas de Julio Benítez “El Cordobés”,
actuando junto a él en gran parte de los principales ruedos de España.
En 2007 ingresa en la cuadrilla de su paisano “Finito de
Córdoba”, cumpliéndose así, para él, un gran sueño, pues siempre lo admiró,
pisando junto al maestro casi todos los ruedos de España, así como en su
campaña americana.
En la temporada de 2009, obtiene el trofeo al mejor subalterno de brega, trofeo "Michelín", en la localidad
manchega de Almodóvar del Campo.
Tres temporadas
permaneció a las órdenes de “Finito de Córdoba”, iniciando, ya en 2010, una
nueva etapa, junto a Francisco Rivera Ordóñez, con quien también tiene la
oportunidad de hacer el paseíllo en carteles con las primerísimas figuras del
momento, e interviniendo en la goyesca de Ronda en dos ocasiones.
Junto a Rivera, en Villena (Alicante), el 8 de septiembre de
2011, al salir el matador de un par de banderillas, Rafael fue arrollado
aparatosamente por el segundo toro de Hermanos García Jiménez, resultando con
un pitonazo cerca del oído que le hizo perder el conocimiento. Afortunadamente,
el percance no tuvo mayores consecuencias.
Tras la retirada de su maestro, Rivera Ordóñez, el 13 de
octubre, en la feria del Pilar de Zaragoza, afronta una nueva etapa a las
órdenes de Manuel Díaz “El Cordobés”.
Una de las etapas de las que guarda grandes recuerdos, nos
confiesa Rafael, fue la que vivió formando parte de la cuadrilla de su gran
amigo y compañero de andanzas taurinas, Reyes Mendoza, un gran torero de corte
muy personal, a quien la adversidad fue también mermándole ilusiones, hasta que
finalmente decidió pasar al escalafón de hombres de plata, tras una dura
carrera como matador de toros.
Le deseamos a este gran subalterno cordobés, Rafael Rosa, mucha
suerte en su nueva etapa, para que en ella, se cumplan sus nuevas ilusiones y
que su nombre pueda consagrarse como uno de los grandes subalternos de la
torería cordobesa.